El circo nos trae unas horitas de distracción, un viaje por lo novedoso en el entretenimiento de primer mundo que nos delita con sus saltos, pericias y malabares insólitos. ¡Sorprendente experiencia! Pero ¿Qué más puedo ver yo desde mi Mentalidad de Equipo? Yo me encontré cómo ellos usaban varios recursos, valores y competencias que en la marcha del programa lograban que esa experiencia se transformara en espectacular y nos maravillara. Les listo lo que vi: • Sincronía y sintonía: un equipo que es consciente de lo poderosa que es la coordinación entre ellos y saber que el resultado será de excelencia. Vi como ¨uno con el otro¨ funcionaba mejor que el ¨cada uno individual¨. Aquí nos topamos con la magia de la SINERGIA. ¨La suma del todo es más que la suma de cada uno¨. • Confianza: cada integrante del equipo confía en que su compañero sabe lo que tiene que hacer, en el momento oportuno y de la manera correcta. • Concentración: la única manera de lograr el equilibrio en cada paso y el acertar en los saltos lo permitía el nivel de concentración y enfoque en lo que se hace y tener ese resultado que veíamos todos ayer, impresionante coordinación. Así, tal cual, nuestra logramos productividad y atención plena en cada acto para lograr los objetivos. • Toma de riesgos: con conciencia, cada integrante del equipo conoce los riesgos de cada paso que da y los asume con seguridad y confianza. Pasos y actuaciones son analizadas previamente y las categorizadas como incorrectas no son permitidas. • Control emocional: Veíamos como lograron vencer sus miedos… sí, sus miedos. Treparse allí, a esas alturas, caminar por una soga e incluso montar bicicleta en la soga debió ser un trabajo emocional interesante. Enfrentar los miedos del no puedo a través de la experiencia. Y seguro se han caído un montón de veces. Ver esto me lleva a la frase que define ¨al exitoso como un gran fracasado que se ha levantado muchas veces. ¨ • Seguridad: Conocen las reglas de seguridad, desde que entrábamos por la puerta principal para entregar las boletas, hasta no permitir el acceso con accesorios de luces que distrajeran a los trapecistas, incluso, no dejarte entrar si el espectáculo había iniciado, todo para garantizar pocos movimientos en el área y no perdieran la concentración. Todos conocían y respetaban sus reglas de seguridad, mínimo error sería mortal y trascendental. En mi trabajo yo también tengo reglas de seguridad, aquellas que me invitan a comportarme de manera disciplinada para evitar pérdidas humanas, desastres, gastos innecesarios, control de riesgos, afectación psicológica propia y de otros, cumplir con las rutas de evacuación, entre otras. Pero también aquellas reglas de seguridad que mantienen una imagen pulcra, tanto de la empresa como mía como profesional: eficiencia, efectividad, productividad, No acoso laboral ni sexual, etc. Esas son reglas para este equipo que nos mantienen seguros en el mercado. Una violación a cualquiera de ellas puede ser ¨mortal y trascendental¨ en nuestro futuro profesional. Si lo piensas bien, seguro que encontraste otras más… Te invito a llevar al trabajo estos valores y permitirte ser un extraordinario co-equipero, más humano y de credibilidad incuestionada como profesional. Comparte con tu equipo que más viste e invítalos a ser parte del espectáculo. Mi trabajo es un maravilloso circo lleno de malabaristas y trapecistas que se lucen con tantos valores para aportar a nuestros éxitos diarios.
Les cuento que ayer tuve otra cita en el circo, esta vez con mi familia, púes ya tenía mis boletos comprados. ¿Recuerdan el salto del chico de los zancos? pues lamentablemente ayer se cayó… les estoy compartiendo el video. Pero igual que ayer, los aprendizajes de lo que vi, pese a las circunstancias, fueron fabulosos:
1. GESTION DE CRISIS: Se notó calma y profesionalismo ante nosotros los clientes. Mi percepción fue que sabían correctamente qué hacer en ese momento sin mostrar una inadecuada gestión de crisis.
2. AYUDAR O NO ESTORBAR: No hubo aglomeraciones de los chicos en escena, solo los indicados fueron a socorrerlo.
3. ACOMPAÑAMIENTO: El equipo indicado lo acompañó, verificó la situación y tomó las decisiones oportunas antes de que se levantara.
4. EMPATIA E INYECCION DE ENERGIA: Sorprendentemente el público aplaudió con euforia y se puso de pie con un aplauso constante que le animara con el mensaje de ¨Estamos contigo¨. En ese momento, fuimos todos su co-equiperos.
5. RESILIENCIA Y CONFIANZA EN SI MISMO: El chico se levantó, y después de entender que sí podía, se preparó nuevamente para el salto. Esta vez lo hizo de manera impecable. Nuevamente me llevé muchos temas de conversación para con mis hijos para este próximo domingo fantástico: sincronía, sintonía, enfoque, mentalidad de equipo, confianza, resiliencia, empatía, gestión de crisis, valentía, precisión, determinación, empoderamiento, seguridad…
Les comparto en este video ambos momentos, lamenté no grabar todo ya que igual que muchos me asusté con la caída y dejé de grabar. Espero encontrarlo en internet.
¿Tener la razón o tener resultados?
Si bien es cierto que nos encontraremos siempre con personas que NO dan paso a soluciones por su ¨enfoque en el problema¨, y muchas veces decidimos retirarnos de ese pleito para no insistir en lo que ya dimos por hecho que es inentendible para ellos, también es extremadamente importante entender cuál es el enfoque de mis conversaciones, si me enfoco solamente en buscar responsables, culpables, excusas o no sé cuántas cosas más que no me generan soluciones al tema principal o si soy quien prefiere resolver el problema y después busco las razones que lo causaron para mejorar.
Hay una gran diferencia entre estas variables y las mismas impactaran mis relaciones interpersonales, profesionales y sobre todo mi salud mental, y no podemos dejar a un lado que son factores determinantes ante mi éxito profesional.
Te invito a reflexionar sobre una última conversación que hayas tenido y de repente se volvió acalorada, quizás terminaste con diferencias y hoy prefieres ni dirigirse la palabra. ¿Te ha pasado?
¿Quién eras tú en la conversación?
o ¿Quién era la persona que culpaba?
o ¿Quién era la persona que buscaba las razones del problema e incluso las justificaba?
o ¿Eras tú quien planteaba soluciones al dilema para dar un paso hacia el cierre del caso en discusión?
Las personas con ¨enfoque a resultados¨ presentan soluciones a las diversas situaciones y suelen terminar con los mejores y más productivos desenlaces, pues pueden ver el problema y resolverlo más rápidamente, y a su vez, analizar la situación en busca de oportunidades de mejora para evitar se repita lo que ha fallado.
Mientras que aquellas que se ¨enfocan en el problema¨ extienden el dolor y el impacto de este por más tiempo y a su vez lastiman las relaciones ya que su orgullo prima más que la solución a la dificultad en discusión. Les preocupa más encontrar quien tuvo la culpa del daño que la solución misma.
Entonces, te incito a que tus conversaciones tengan un enfoque claro a la solución y te comuniques asertivamente con aquellos que su única intención, igual que tú, es resolver las situaciones. Mientras que con aquellos que detectes que no es así, que su enfoque está en el problema, aplica técnicas para disuadirlos y encaminarlos por la ruta de la solución. Te puedo sugerir estas cuatro:
1. Ten paciencia y comprensión, pues ese enfoque viene de muchos años con esa persona.
2. Insiste, durante la conversación, en enfocarte primero en la solución.
3. Convéncele de que estarás viendo la situación desde dos perspectivas: la solución y las causas, pero que prefieres resolver primero y después analizar las razones que llevaron al estatus actual.
4. Y a manera de cierre, agradece la comprensión y la paciencia
Repasa tus últimas conversaciones y ahí encontrarás el enfoque que usas frecuentemente. Lo maravilloso es que podemos ser conscientes y cambiar hacia la búsqueda de soluciones.
¿Te animas a ver el mundo de manera diferente?
Escrito por: Sandra Pinedo
